domingo, 21 de marzo de 2010

POESÍA

Foto: Kavod Ha Malajim

Hoy, Día Internacional de la Poesía, deberíamos preguntarnos por qué nos incomoda tanto este género literario que solemos tildar de pomposo, estrambótico o incomprensiblemente ñoño. Y, por supuesto, digno modo de expresión de estirados elitistas excéntricos romanticoides.


Creo que es porque nos hemos olvidado de mirar con ojos enamorados a la vida , a los seres que nos rodean y conviven con nosotros, a los lugares que habitamos, a la Naturaleza que maltratamos o ignoramos, sean flores, árboles, animales, ríos, rocas, llanos, bosques ,montañas, desiertos, mares. Ni siquiera miramos al cielo en busca de respuestas a la incógnita de quién somos y de dónde venimos. Apenas nos conmueve contemplar el sol o los cielos estrellados conteniendo miles de mundos que quien sabe si no estarán habitados por otros seres que piensen que la Tierra es un planeta sin vida, como nosotros de ellos.


Nos hemos olvidado de lo sagrado de la existencia. Por eso nos estorba la Poesía, porque nos hace pararnos a escuchar al corazón. Sólo algo de ella queda cuando nos gusta la letra de una canción o cuando oramos con fe. Tal vez el abrazo sea el silencio poeta del amor. Y la Ciencia en sus fórmulas de búsqueda para hallar la esencia de la Creación, a punto de encontrarse con La Fuente Divina de la que todo emana.


¿Quién no dice que todo ello tiene algo de Poesía? ¡Hasta el recitado de la tabla de multiplicar! O las claves que debemos aportar para cualquier operación en Internet o en el cajero. Códigos que generan versos, allá en las instancias en las que los números y los sonidos y colores conforman otros códigos más complejos que hacen nacer una estrella o que se reproduzca una célula.


Yo diría que nuestro propio ADN es un poema muy bien estructurado...


Sí, tal vez, por mucho que queramos obviar la Poesía, no podamos salir de ninguno de sus versos.


Y eso, sinceramente... ¡ME ALEGRA!

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