He tardado dos años, ahora que lo conciencio
y observo, en volver a escribir en mi blog.
Tal vez me demoré por el anhelo de tener un
motivo rompedor y resolutivo. Esa ansiosa esperanza que, a medida que han
pasado días, meses y ahora, años, se ha ido convirtiendo en atonía y pasmo
espantado.
La velocidad en la que estamos inmersos es
contradictoria y ambigua ¿Nos lleva a alguna parte el ir de un lado a otro? ¿Avanzamos
realmente haciendo miles de cosas, planeando miles de metas, devorando
información sin digestión adecuada?
Me hubiera gustado (¡tanto!) poder anunciar que
hemos crecido definitivamente. Así, con contundencia, convencida y feliz... ¡Que
el 8 se tumbaba y ya es "infinito"!
Los hechos me remiten a lo contrario, ya que he
permanecido cada vez más muda y anonadada ante lo que acontece cada instante en
nuestro planeta. Nada de lo que pudiera decir estaba para cogerlo ni con
pinzas.
Esto no quita importancia a los seres que sí son
conscientes y están y se sienten comprometidos con la Tierra y sus habitantes y
tratan de actuar en consecuencia y con coherencia y honestidad.
En términos generales, seguimos siendo una especie
de ganado alimentado con sebo, alienado, prisionero, programado para terminar
en el horrendo matadero de la ignorancia-desesperanza.
Aumentan los crímenes, los atentados y guerras, las
mentiras, la manipulación descarada, la pobreza, la enfermedad, las
desigualdades...
Y, en vez de construirnos como individuos, es
decir, como no divididos, nos hemos "tecno-idiotizado" (los que
podemos tener acceso a esto, claro) mediante un onanismo tecnológico
adictivo-compulsivo, que, ahora, está dando lugar incluso a nuevas enfermedades:
problemas articulares en hombros, codos, cuello, manos, dedos y muñecas por
exceso de manejo del móvil o el ratón del ordenador o dependencias del
móvil (Nomofobia) o de las redes sociales, con síndrome de abstinencia
acusado.
Redes sociales... ¡La mayor pesca de insensateces
psicodélicas y fatuas! Con perdón.
Es verdaderamente asombroso que, lo que nos debería
guiar al verdadero progreso y las verdaderas conciencia y vida saludable, esté
conduciéndonos a la auto extinción. Nosotros que somos "el único ser
inteligente del Universo". Visto queda y comprobado que así es.
Sí...La inteligencia brilla por su ausencia. Es
mucho más evidente y contundentemente meridiano que hemos perdido la noción
hasta de nosotros mismos.
Nos empeñamos en que el roble crezca tan rápido
como la zanahoria y sin cuidarlo, ni regarlo ni acordarnos de dónde lo hemos
sembrado.
Podría decirse que los milagros existen. Que el
planeta no se haya ido al carajo todavía, que no se nos hayan olvidado del todo
los abrazos o que sobreviva la solidaridad, es verdaderamente asombroso.
Tratamos al planeta como un estercolero. Al vecino
como a alguien de otra dimensión. A la labor diaria como un ensamblado agotador
de piezas que no son conectables.
El 8, pobre, no puede "tumbarse a la
bartola" y descansar, sabiendo que ya puede catalogarse de infinito.
Su sueño. Y el mío, cuando no me invaden las
pesadillas de que ese 8 se parte por la mitad y se vuelve dos ceros 0-0. No sé
si a derecha o izquierda porque, se sumen como se sumen siempre será 0.
Si uno de esos 0 fuera o generara con el otro la
puerta o el símbolo de la apertura al vórtice del progreso de la Tierra ¡Sería
agradablemente nulo y prometedor! ¡Adorable!
Sí, ya sé, tal vez resulte un poco
surrealista, es que soy sinestésica.
Me gustaría volver a escribir aquí y a menudo. Ya
sin grandes expectativas, simplemente por el placer de compartir mis
reflexiones. Aunque no haya nada memorable que celebrar o comunicar. Al
verdadero progreso lo atisbo casi inalcanzable. Por ahora.
Tal vez lo haga. Hoy es el recomienzo. Será que
todavía creo en la bondad que anida en el ser humano, en la buena voluntad de
serie que traemos en cada uno de nosotros, en el Arte que nos reconecta con
nuestra auténtica esencia y en los poderes sanadores de la Naturaleza y el amor.
¡Qué fenomenal que todo esto se hiciera
"viral" y con tanta facilidad e inmediatez como lo hacen vídeos,
fotos, tuits o WhatsApps!
P.D: Confío en que se nos vaya pasando la idea de
encontrar otros planetas similares para hacer con ellos lo mismo que con el
nuestro y sin tener en cuenta que, no solo pueden estar esperándonos bacterias,
virus y hongos, sino los propios dueños de esos planetas que, creemos, pueden
ser nuestros atracándolos sin más y considerándolos sin vida que nos haga competencia.
Eso en el caso que podamos llegar a ellos.
Como la Tierra debe parecer a otros. Así que, si
nos invaden, será porque han creído que aquí no hay vida y todo el monte es
orégano...