Ante el gran auge de fechas remarcadas, que ya no
solo corresponden a fiestas nacionales o locales y/o celebraciones religiosas o
institucionales, sino al juego numerológico de las cifras repetidas...¡No puedo
menos que sentir una extraña inquietud-congoja que roza el rechazo!
Hoy "8-8-8", hay un gran movimiento mundial de grupos y asociaciones que, con la aureola y la marca "New Age", intentan reunir a un gran número de personas para meditar y "abrir portales de luz" en lugares "mágicos".
Confieso que ese empeño me parece hartamente peligroso. A muchos niveles. Sobre todo el mental-emocional, que no es el único ni más importante, pero sí el más evidente.
Bien que la excusa es que estamos en unos momentos de especial crudeza en cuanto a guerras y violencia, crisis económicas, desgracias por desastres naturales, atentados, hambre, enfermedades y necesitamos encontrar una salida, mucho consuelo y esperanza y gran valor de superación.
Pero, de algún modo, siempre esperamos que "desde allá arriba" nos solucionen los asuntos que sólo nosotros podemos resolver, comenzando por nosotros mismos. Olvidamos que el cultivo personal en todas nuestras facetas, que son muchas, es fundamental para luego realizar una labor grupal.
Un ejemplo muy querido para mí es el de la orquesta musical. En ella cada músico, en solitario y con tesón, practica y aprende su parte. Luego, cuando todos los músicos ensayan o salen a escena, primero afinan sus instrumentos todos a una. Y después se dejan llevar dulcemente por la batuta del director.
Ni que decir tienen que
todos están ensayando y tocando la misma sinfonía y que el director conoce cada
tramo de la misma y la función de cada instrumento en ella a la perfección.
¿Es eso lo que hacemos cuando nos reunimos a meditar o a "trabajar con los canales de luz"? ¿Cada persona del grupo tiene una labor de autocrecimiento consistente y una voluntad de verdadera apertura y cooperación?¿Se logra una sintonía perfecta en las multitudinarias reuniones?
¿Es eso lo que hacemos cuando nos reunimos a meditar o a "trabajar con los canales de luz"? ¿Cada persona del grupo tiene una labor de autocrecimiento consistente y una voluntad de verdadera apertura y cooperación?¿Se logra una sintonía perfecta en las multitudinarias reuniones?
Ahí está el quid de la
cuestión.
A veces los mecanismos de
manipulación son tan sutiles que nos dejamos influenciar bajo la apariencia de
la más sacrosanta espiritualidad.
Dudo que sea posible el
verdadero progreso si cada ser que participa en él no alcanza el grado de
desarrollo adecuado con la conciencia necesaria para ello.
Se producen entonces
verdaderas catástrofes a nivel mental-emocional y, permitidme decir que también
astral y kármico. Considerando el Karma como "Acción-Consecuencia" y
no como "castigo".
Si un niño manipula un arma
puede herirse o herir a otros creyendo que es un juguete.
Y es así como se me
representa este asunto de la "numerología programada" y el afán de
"abrir canales de luz", "elevar vibraciones" y otras
cuantas cosas más que suenan estupendas pero pueden resultar tremebundas.
Debemos tener en cuenta
que, aunque confiamos en fuerza más elevadas por considerarlas más capaces,
dichas fuerzas elevadas pueden tener propósitos que se nos escapan, ya que
apenas conocemos en qué consiste el entramado ¿Es todo "inmaculadamente
luminoso" o hay más...?
¿No usamos nosotros mismos
el progreso tecnológico y la Ciencia para la guerra y el conflicto de poder o
para asuntos que son menos importantes que el Bienestar y la Justicia? ¿Y qué
me decís de los impuestos y tasas bancarias? ¿Se usan para mejorar las
condiciones de los ciudadanos o para que unos pocos "listos" se den
"la vida padre"?
A otros niveles más
sutiles las energías pueden ser tanto o más poderosas, pero no podemos
captarlas con nuestros sentidos físicos. Ello no es óbice para que estén y
actúen.
Esas
"energías" pueden alimentarse de nuestro miedo, ira o anhelo
espiritual ¡Sin que lo sepamos! Y tampoco sabemos cómo luego estos asuntos son
usados.
Me viene a la mente a
este respecto el oscuro tema de las marcas de ropa o tecnología que usan
esclavizadamente a sus empleados pagándoles miserias y dejándolos exhaustos
para luego hacer ganancias millonarias cobrando al comprador cantidades
alucinantes.
A nivel terrenal en el asunto
del "espíritu", las sectas son vivo ejemplo. Y en ellas se han dado
tremendos casos de suicidios colectivos o aberrantes abusos sexuales,
precisamente usando la parte inocente-ignorante de cada miembro bajo la
hipnótica promesa de "alcanzar el Paraíso".
Cedemos nuestro poder sin
conocer el alcance que tiene ni el estado en el que lo entregamos y el precio
que esto conlleva.
Por mi parte, aunque
adoro la Numerología y me encanta jugar con los números, incluso tomo en cuenta
los portales y sub-portales...¡ Me niego a hacer de esto un rito-ofrenda-manifestación
y menos en grupo!
Porque hay mucho que
cultivar en cada uno de nosotros en solitario y con honestidad antes de
lanzarnos a "salvar la Tierra", sin conocer nuestras verdaderas
herramientas y tenerlas afinadas y a punto para tal fin.