El día a día está plagado de noticias luctuosas, de anuncios de desgracias y fracasos, de luchas y desavenencias, de crímenes y atentados. Se rememora el dolor, la guerra, las torturas.Incluso esta "tan nuestra" Semana Santa es todo un despliegue de amor masoquista al sufrimiento y el desgarro. Tenemos hasta días establecidos para recordar las acciones terroristas, no exentos de absurda polémica sobre quién y por qué sucedieron los hechos... Con lo que el dolor se acrecienta y enquista en el corazón.
Y mi corazón está con aquellos que sufren, sin duda, pero, sobre todo ¡ESTÁ CON LA VIDA!
El duelo es necesario, mas debe durar lo justo para que renazcamos con más fuerza y pongamos de nuestra parte para que no vuelva a suceder o para que, si sucede, tengamos aceptación, sosiego y entereza.
La Vida vence siempre. La Vida está incluso en la muerte, que no existiría sin ella. Si hay días para acordarse de las pérdidas...¡También hay muchos más días para sabernos vivos! Para dar gracias por poder respirar, que el Sol nos caliente con su luz, que los niños jueguen y rían siempre, incluso entre las bombas o la miseria. Que la Naturaleza nos regale con sus obras de arte en vegetales y animales, en terrenos y aguas, en volcanes y cavernas, a pesar de maltratarla, herirla y arrasarla.
Formamos parte de la Vida y de la Naturaleza ¿Por qué no aprendemos de ellas?
Sí. Tengo este propósito: Hoy y todos los días voy a levantar mi copa, danzar y elevar mis manos profundamente agradecida y EN MEMORIA DE LA VIDA.
Y mi corazón está con aquellos que sufren, sin duda, pero, sobre todo ¡ESTÁ CON LA VIDA!
El duelo es necesario, mas debe durar lo justo para que renazcamos con más fuerza y pongamos de nuestra parte para que no vuelva a suceder o para que, si sucede, tengamos aceptación, sosiego y entereza.
La Vida vence siempre. La Vida está incluso en la muerte, que no existiría sin ella. Si hay días para acordarse de las pérdidas...¡También hay muchos más días para sabernos vivos! Para dar gracias por poder respirar, que el Sol nos caliente con su luz, que los niños jueguen y rían siempre, incluso entre las bombas o la miseria. Que la Naturaleza nos regale con sus obras de arte en vegetales y animales, en terrenos y aguas, en volcanes y cavernas, a pesar de maltratarla, herirla y arrasarla.
Formamos parte de la Vida y de la Naturaleza ¿Por qué no aprendemos de ellas?
Sí. Tengo este propósito: Hoy y todos los días voy a levantar mi copa, danzar y elevar mis manos profundamente agradecida y EN MEMORIA DE LA VIDA.
