sábado, 27 de julio de 2013

¿CUÁL ES EL "CASTIGO EJEMPLAR"?

Reflexionando sobre las cárceles y prisiones como una de las muestras del método que solemos aplicar a los que llamamos criminales y delincuentes convictos, el concepto y la imagen que éstas me producen es nefasto.
Por un lado, encerrar a alguien no conlleva que se arrepienta ni enmiende , en la mayoría de los casos, del mal que han provocado. Al encerrar al sujeto incriminado, le volvemos una lacra pasiva, densa y perezosa.

Muchos hasta buscan ser encarcelados para tener una manutención, cama y vida recogida que no llevarían viviendo en la calle. Y no quiero decir con esto que todas las cárceles se asemejen a los hoteles (para algunos , sí)...¡¡¡Al contrario!!!

El ambiente en ellas es tan insano, putrefacto y corrompido que no estamos consiguiendo que se enderecen los actos y se asuman las consecuencias. No estamos potenciando una sociedad de solidaridad, progreso, cooperación y equidad. No estamos facilitando una concienciación y una reposición.
¿Cuál sería el "castigo ideal"?
Ni el ojo por ojo ni la alienación ni la tortura...
¿Cómo aprendería un violador? Teniendo que cuidar de mujeres heridas por otro violador o de hijos abandonados por ser producto de violaciones.
¿Y un pirómano? Trabajando a destajo en la reforestación.
¿Y un asesino? Siendo el de mantenimiento de un cementerio o el enterrador.
¿Y un defraudador, mafioso, gran ladrón...? Cuidando de ancianos desahuciados o niños con deficiencias profundas o personas enfermas en estadio terminal o drogadictos con síndromes de abstinencia o construyendo casas para los sin techo. Incluso teniendo que convivir en los comedores sociales, pudiendo comer si sirven ellos a los demás en las comidas. 
Recoger basuras, limpiar...Eso que se llama servicios sociales, pero en serio y de modo permanente, sin poder zafarse, sin dinero en los bolsillos, sin secuaces que les administren lujos de tapadillo.
Todas estas personas serían unos excelentes candidatos para mejorar las infraestructuras sociales del bien común.
Al dotarles de la experiencia directa de convivir con la desgracia que han producido o con la desgracia a secas de tantos seres, teniendo que aprender a solventarla y que de ello dependa incluso su alimento físico y descanso ¡Les estamos dando la oportunidad de redimirse de verdad y de tomar conciencia de las verdaderas consecuencias de sus actos!
Cuando a un gran ladrón, como está sucediendo ahora mismo, se le da la oportunidad de pagar vergonzosas e ingentes cantidades de dinero por las fianzas para conseguir no ser retenido en la cárcel, estamos perpetuando que el dinero es el precio de la Justicia y sentenciando a los que no lo  tienen a no ser merecedores de recibir esa Justicia. Tengo una enfermiza curiosidad por saber a dónde van a parar realmente el dinero de las millonarias fianzas que se depositan para ello.
Permitiendo que sigan cárceles como Guantánamo o las miles y miles que existen en todo el planeta, sobre todo en países "tercermundistas", donde las torturas, hacinamientos y violencias extremas son la orden del día...Contribuimos a perpetuar la violencia, la ira, la frustración, la desdicha, la venganza, la enfermedad del ser en su dimensión de humanidad y dignidad.
La mayor cárcel la conforman la ignorancia, la desidia, la falta de conciencia, piedad y compasión.
De poco no podemos sentir orgullosos los que nos consideramos "ciudadanos correctos", si seguimos permitiendo que las cárceles sean el semillero perfecto de la discordia y la maldad y el pasotismo. Y que hasta en ellas ¡Haya privilegios!
Y no tendría espacio suficiente para nombrar y enunciar-denunciar los miles y cientos de miles de detenciones y condenas que se realizan injustamente, por disidencias políticas, ideológicas, periodísticas, artísticas, religiosas...en las que los que realizan estas detenciones, son los verdaderos criminales a corregir...

Tampoco tendría espacio suficiente para los crímenes que no aparentan serlo  (contaminación de agua y alimentos, industrias farmacéuticas creadoras de venenos para humanos , animales y plantas, sembradores de ignorancia, miedo y borreguismo por medios subliminales, armas secretas capaces de cambiar la mente y el cerebro, medios informativos contaminantes y falseadores de la verdad...) y cuyos actores y ejecutores se colocan las medallas heroicas de ser los defensores del pueblo, ciudadanos notables y sin tacha, defensores de la verdad, el orden y la justicia...

Estos criminales nunca parecen poder ser pillados en un renuncio y se ríen de los "conspiranoicos" y ridiculizan a los que no aceptan sin rechistar lo que ellos imponen como intachable e incuestionable.
En resumen, cambiaría las palabras "castigo" o "pena" por las palabras-definición de "asunción de responsabilidad con obligación de reposición y servicio obligatorio a la comunidad y al bien común".