jueves, 24 de febrero de 2011

¡ESTAMOS EN GRISIS, OH, LÁGRIMAS (¿OLVIDADAS?) DE LOS HIJOS DE GAIA!




Foto Kavod Ha Malajim: Chemtrails sobre Banyoles, Girona



Ya no parece haber color. O sí, uno solo:GRIS.
Por eso yo llamo a este periodo abrumador y cansino actual GRISIS y no CRISIS.
Lo que está sucediendo en los países árabes, que clama al cielo, lo que sucede a los Shuar de Ecuador o los Huicholes de México, que delata el afán de despilfarro de los recursos materiales, aún a costa de arrasar poblaciones y culturas, no es más que la muestra de nuestra grisedad.

Solemos contemplarlo como "noticias preocupantes" y poco más.

Ante tamañas injusticias sangrientas que desgarran a miles y miles de seres, tenemos el leve gesto de sentirnos "molestos" porque no se instauran de una vez por todas las "benditas" democracias ( si son como las que tenemos en nuestros creídos países civilizados ¡apaga y vámonos! ¡Mejor, no!) vencedoras de dictaduras. Aunque, en el fondo, miramos con el rabillo del ojo a lo que está pasando con el petróleo y lo que realmente tememos es no poder usar nuestros vehículos, por ejemplo.

O sea, nos tocamos más el bolsillo que el centro del pecho. Y eso es porque todavía no nos ha tocado de cerca a nosotros.

Se une a la grisedad del corazón la grisedad de la conciencia. Para mí, esa suma tremebunda son palabras mayores. Algo huele a "cadáver".

¡Oh, Gaia! ¿Qué podemos hacer tus maleducados hijos sino llorar si tú nos "castigas" con terremotos, tornados, inundaciones... o cualquier otro suceso de la Naturaleza incontrolable, porque ya no nos aguantas más en nuestra repajolera actitud de virus destructivos?

A pesar de todo lo que parece que se nos viene encima, ahora con las eyecciones solares Xy demás sucesos astronómicos ("¡Chorradas de unos cuantos catastrofistas!", comentamos a menudo anestesiadamente), aun tenemos fuerzas para guerrear del modo más sucio, para hacer la vida imposible al vecino, para pelearnos por fumar o no fumar, para echar a la loteria por si toca para dejar de trabajar o ver laciamente, en prensa y medios de comunicación (sin escrúpulos también ellos), a los gobernantes mostrando sus indecencias libidinosas o avaras y, pese a ello, salir impunes (ellos y los de Wall Street, por no nombrar a muchos más) o permitir que aplasten a sus propios pueblos . Ellos mismos o los que ellos contratan para disfrazarse de inocentes víctimas o de mártires de la patria.

¡¡¡Nos quedamos impasibles!!! Las grandes naciones "democráticas", apenas protestan un poco...El petróleo es más importante que la democracia verdadera, que la justicia social y la solidaridad. Es más vital el uranio como componente del armamento nuclear que la salud nuclear de nuestros átomos y los del planeta entero. Preferimos no conservar los recursos naturales, sino cerrar los ojos a su caducidad y escasez cercana y seguir gastando y consumiendo como posesos . Y si para ello acabamos con las selvas vírgenes o masacramos a los indígenas, no importa.

No podemos soliviantarnos demasiado con ellos, con los nauseabundos dirigentes de estos países que ahora sufren la gran revolución. Pues podemos provocar que esos bienes que "disfrutamos" chupópteramente dejen de ser nuestros para pasar a ser lo que realmente son: suyos.

Me siento en grisis, mamá Gaia ¡Casi ni me acuerdo de cómo se llora...por mí o por los otros!

¿Qué nos despertará de este descolorido estado de putrefacción grísica ?

Foto Kavod Ha Malajim. Sol de Invierno Banyoles, Girona

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