Mi amados ÁNGELES escondidos en cada mirada y cuerpo de niño:
Hoy lloro por vosotros.
De sobra sé que quisisteis encarnar en humanos por pura misericordia de amor infinito y, con vuestra presencia y sonrisa, iluminar el sendero de los humanos apesadumbrados que nos esforzamos por avanzar a pesar de las abruptas condiciones de la existencia terrenal...
Fue ,es y será tan leve y prístina vuestra presencia en la Tierra que, en un suspiro, os escapáis hacia vuestro verdadero hogar, el Cielo. Muchos miles, cientos de miles, millones de vosotros, sin ser tenidos en cuenta, por hambre, sed, enfermedades, guerras, torturas, abandonos. Sin nombre y sin adioses ¡Un verdadero mar-océano de ángeles!
Pero estos dos dulces angelitos andaluces llamados Ruth y José, con esa mirada brillante y ese gesto y sonrisa de suprema inteligencia, han decidido ser abanderados de la más descarnada e ignominiosa manifestación de violencia: Infanticidio a manos su propio progenitor.
Sabemos de vuestra entrega como almas puras cobijadas en cuerpos caducos y frágiles. Pero sería bueno que ya no tengáis que pasar por estos tremebundos instantes, guiados por el anhelo de dar ejemplo y remover conciencias.
Yo, al menos, lo deseo con todo mi corazón ¡¡¡Ni un solo ángel más sin ser reconocido ni bendecido!!!
Esta vez, yo deseo ser una especie de ángel guardián que os acompañe hacia la LUZ, aunque sea con una imagen visionada y creada con mis manos que aquí os ofrezco, con mi oración callada y las lágrimas cálidas cargadas de sal que manan desde mi compasión, también por vuestra valiente madre y por vuestro enajenado y perturbado padre.
Aquí os presento la puerta:
"Puerta de Ángeles"
Foto de Kavod Ha Malajim
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