sábado, 11 de diciembre de 2010

Desfachateces, amenazas y "cuentos chinos" de terror.











Fotos: Kavod Ha Malajim


¡Uf! La cosa está que trina-ranjus.

La detención del "creador" de Wikileaks, acusado ferozmente de violación ( en Suecia, lo que se considera violación haría reír de espanto a las niñas a las que se les realiza la ablación), tras destapar miles de documentos "desclasificados", casi se puede decir que ha hecho comenzar la guerra "cibernética" en la Tierra. Documentos que delatan las suciedades de USA y otros países en las guerras, espionajes, terrorismo, manejos económicos, política e informaciones desvirtuadas y clasificadas de alto secreto, para el engorde y poder de unos cuantos y el sufrimiento y dolor de muchos.

Aunque también es una revolución de conciencia la que se cierne inexorablemente sobre los habitantes de este planeta. Las mentiras y manejos están mostrándose tan flagrantes y desvergonzadamente planeados y ejecutados que ya no vamos a poder quedarnos sentados en el sillón, con la cervecita y el cigarro y enortados frente al televisor estupidizante.
Se atreven a dejar en la nada a los parados de más edad, a generar una falsa huelga salvaje de controladores aéreos, para justificar una privatización de AENA. Osan calificar de "peligro para la población" que estos documentos "suciamente secretos" hayan salido a la luz, cuando lo que muestran es tan terrorífico y devastador con sus actuaciones en la sombra que deberían ser ellos los detenidos y aislados en los búnkers que se han construido para cuando llegue la destrucción del planeta (ellos están seguros de esto, yo no), eso sí, privados de todos los lujos y suministros que pretenden usar durante esos 5 supuestos años de asolación planetaria.

Los bancos siguen recibiendo ayudas, arrancadas las cifras de esas ayudas, de los trabajadores, parados, funcionarios, pensionistas...Los más controlados en sus escasos movimientos económicos y prisioneros del llamado irónicamente "estado de bienestar".

¿Qué está pasando de verdad? ¿Por qué el embudo es tan embudo en la visión de los crímenes, dependiendo si son ellos los que lo cometen o un pobre desesperado en busca de alimento?
Arman un escándalo supremo ante cualquier nimiedad, para esconder y alejar de la conciencia ciudadana, lo que verdaderamente está pasando y a lo bestia...¡Delante de nuestros ojos y narices! O para aprobar leyes y medidas que justifiquen un estado cada vez más policial y dictatorial.

¡Por favor...! Vamos a considerar todo lo que se nos muestra como una clarísima llamada de atención a la acción ciudadana cooperativa, solidaria y "hasta el moño" de ser el felpudo-fuente alimentaria-retrete de los que jamás han conocido la miseria ni la desesperanza, sino que son los que las han provocado.

Estoy en contra de las guerras, desde luego y tajantemente. Pero también comprendo que ya no podemos quedarnos quietos ante tal cantidad de insensateces, injusticias y malversaciones... Tal y como son, debemos esperar que nos intenten obligar a creernos hasta que nos invaden extraterrestres malvados con los que ellos han estado luchando sin cuartel para que no nos invadan...¡Cualquier cosa y mientras más absurda, mejor! Hacen hologramas en los cielos y así generan la máxima confusión. Son ellos, pero no son ellos. Y cuando no son ellos, entonces sí son ellos probando armas secretas o globos con fuego o satélites despistados...

¿Qué se os ocurre que podemos hacer ante todo esto, además de procurar unirnos y reunirnos, que ya nos cuesta ponernos de acuerdo en cualquier cosa?

Yo no dejo de centrarme en ello, esperando una inspiración. Ni de estar pendiente con mil ojos, oídos e instinto a los signos que cada día se manifiestan. Procuro no soliviantarme, no merece la pena. Sino tener la misma sangre fría y decisión y usarlas para mejorar mi entorno y a mí misma.

Pues sí...¡La cosa va tomando color de hormiga...!

lunes, 6 de diciembre de 2010

Ecuador, Perú, Bolivia... y mi corazón.






Acabo de regresar de un periplo de cerca de 20 días por estos inigualables países: Ecuador, Perú y Bolivia.

He visto maravillas sin par. Desde construcciones milenarias hechas por sabias, devotas y ágiles manos a montañas tremendas de inconmensurable grandeza y hermosura, desde cuevas, lagos, selvas y misterios hasta la sonrisa tímida de una niñita indígena shuar de la Cordillera del Cóndor, justo al lado de la Cueva de los Tayos.

¿Qué puedo decir? Que mi corazón se quedó allí, con todos ellos, montañas, secretos, monumentos, paisajes y gentes. En su color y su ritmo, en sus aromas y calles, en su diferente visión de la vida.

He vuelto más tostada, más parecida a ellos en el color de su preciosa piel, más delgada y más concienciada de que ellos poseen la clave y la riqueza, no sólo físicamente en sus territorios frondosos y aún vírgenes en algunos remotos lugares, sino en sus espíritus puros y abiertos, conectados con la sabiduría profunda del pueblo que ha sabido mantener su contacto intenso y permanente con La Madre Tierra.

No tendré más remedio que volver, tal vez para quedarme, pues mi corazón ha reusado regresar conmigo y no sé el tiempo-espacio que podré existir sin él dentro de mi pecho.

Me siento rara en medio del caos ciudadano, ruidoso de tráfico y agitados viandantes apresurados, tan ordenado por el reloj y los horarios, por las obligaciones monótonas y las normas en todo desde las vestiduras a la comida o el sueño...

Algo tendré que hacer, para que esta espera del regreso no se me haga eterna e insufrible: contemplar las pocas fotos que he conseguido obtener, antes de que mi cámara se mojara y estropeara sin remedio y acariciar las artesanías en tejidos, objetos varios y cerámicas que he podido traerme de allí.

¡¡¡Gracias Ecuador, Perú y Bolivia, por mostrarme dónde late más fuerte y seguro mi corazón, que es vuestro!!!